Rivalidad fraternal: Olivia y Joan, último asalto

domingo, 22 de diciembre de 2013

Rivalidad fraternal: Olivia y Joan, último asalto

Olivia de Havilland (97) y Joan Fontaine (96), las dos hermanas, famosas por  su talento y por su enemistad, lidiaban una última batalla: quién moriría primero.

"Me casé primero, gané el Oscar antes que Olivia y, si muero primero, sin duda se pondrá furiosa porque también le habré ganado en eso", aseguró Fontaine al Hollywood Reporter en 1978. El día 14, fallecía la 'señora De Winter' de Hitchcock, dejando a la dulce Melania de Lo que el viento se llevó como la superviviente de esta particular batalla de hermanas (y única superviviente de la película).

Ni siquiera en sus últimos años las nonagenarias actrices se reconciliaron. Separadas por el océano en los últimos años (De Havilland vive en París y Fontaine vivía en California), llevaban siete lustros sin hablarse. Papeles, Oscars y amantes las enfrentaron.

Hijas de un abogado y de una actriz británicos, Olivia y Joan nacieron en Tokio. Siendo pequeñas sus padres se separaron y se instalaron en California con su madre, quien les dio clases de interpretación. La rivalidad nació durante su infancia, en un intento de atraer la atención paterna.


Sólo se llevaban 15 meses y, según Fontaine, su hermana mayor era "todavía demasiado joven para aceptar la llegada de una competidora de los afectos de sus padres y los criados". "Siento no recordar ni un solo acto de dulzura por su parte a lo largo de toda mi infancia", diría la lenguaraz Fontaine sobre su hermana mayor. Según ella, Olivia la veía como una mentirosa desesperada por llamar la atención, haciéndose la enferma (Fontaine fue una niña enfermiza) e intentando superarla. En sus memorias, Joan contaba cómo siendo adolescentes Olivia le rompió la clavícula.

Para que no la confundieran con su hermana mayor (que ya hacía carrera en Hollywood), Joan tomó el apellido de su padrastro. Aunque ambas hermanas odiaban a George Fontaine, parece que el odio mutuo era todavía mayor.

La larga disputa entre ambas hacía que en Hollywood saltaran una y otra vez a los titulares. En su autobiografía, No Bed of Roses, publicada en 1978, Fontaine no se mordió la lengua. Contó que ella y Olivia ni siquiera se llevaron bien de niñas, pero cuando ambas comenzaron a hacer carrera en Hollywood saltaron las chispas. "Es posible separarse de una hermana, igual que de un marido", dijo el año de su publicación a la revista People. "No la veo jamás ni tengo la menor intención de hacerlo."

Durante sus carreras, compitieron por numerosos papeles. Fontaine aspiraba a ser la Scarlett de Lo que el viento se llevó y, cuando le sugirieron que hiciese el casting para Melania, desechó el papel por insignificante y sugirió a su hermana para ello. Un hecho que lamentaría después. Como consuelo, batió a Olivia al hacerse con el papel de Rebeca, su primer papel a las órdenes de Alfred Hitchcock.

Olivia no saludó  a Joan al ganar
La polémica se agravó cuando en 1942 ambas fueron nominadas al Oscar y Joan se lo llevó por Sospecha, también del mago del suspense. "Fue un momento agridulce. Me quedé de piedra. Miré fijamente al otro lado de la mesa, donde estaba sentada Olivia. '¡Sube ahí arriba!', susurró autoritariamente", recordaría después Fontaine en su autobiografía. "Toda la antipatía que sentíamos mutuamente de niñas... toda se hizo presente en imágenes caleidoscópicas. Sentía que Olivia se lanzaría sobre la mesa y me tiraría del pelo".

Eso sí, Olivia la superó tras ganar esa misma década dos Oscar como mejor actriz protagonista en Vida íntima de Julia Norris (1946) y La heredera (1949). Cuando recogió su primer premio, Olivia hizo un feo a su hermana -según contó ésta- al ignorar sus felicitaciones durante la ceremonia: "Me lanzó una mirada, ignoró mi mano, agarró su Oscar y se marchó". De poco consuelo les supo saber que eran las únicas hermanas que ganaron premios de la Academia por sus interpretaciones.



Al parecer, Olivia estaba enfadada por un comentario malicioso que Fontaine había hecho sobre el marido escritor de la hermana, casado en varias ocasiones ("Está mal que su marido tenga tantas mujeres y un solo libro"). Por aquel comentario, estuvieron sin hablarse seis años. "Nunca me pidió perdón", dijo De Havilland en una entrevista radiofónica.

Aquella década, De Havilland rodó A través del espejo, un filme en el que interpretaba a dos gemelas (una hermana 'buena' y otra asesina), Terry y Ruth Collins. Más de uno pensó entonces en la agria relación entre las hermanas.


   

Ellas también eran rivales en hombres. Fontaine fue la primera en casarse, pero lo hizo con uno de los ex novios de su hermana, el también actor Brian Aherne. La noche antes de la boda, el novio de entonces de De Havilland, Howard Hughes, flirteó con Fontaine. El excéntrico millonario pidió en matrimonio a Joan en varias ocasiones.

Dejaron de hablarse definitivamente en 1975, después de que De Havilland no le invitara a un servicio en memoria de su madre, fallecida poco antes a causa de un cáncer. Olivia, sin embargo, aseguró que su hermana no fue porque estaba demasiado ocupada para asistir.

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