octubre 2013

jueves, 31 de octubre de 2013

20 años sin Federico Fellini

Hoy se cumple el 20 aniversario de su muerte y el 50 aniversario de uno de sus mayores hitos cinematográficos, Fellini, ocho y medio (1963), la editorial Taschen ha reeditado Federico Fellini. Filmografía completa (9,99 euros), un detallado repaso por la vida y obra del cineasta italiano, firmada por Paul Duncan -autor de 50 libros de cine para la editorial alemana- y Chris Wiegand.  

Las radiografías de Marilyn Monroe

Una casa de subastas ha sacado a la luz unas radiografías de Marilyn Monroe, entre ellas las de esta imagen, que revelan que se operó de la nariz y de la barbilla por cuestiones estéticas, y también que tuvo un embarazo ectópico.  La actriz consideraba que su barbilla estaba deforme, algo que el doctor Gurdin (cuyo nombre aparece en la imagen) solucionó implantándole un cartílago.





Monroe acudió al médico tras una caída nocturna que se produjo el 7 de junio de 1962, dos meses antes de su muerte. El médico concluyó que no había fractura.


En sus visitas al médico y en los informes médicos, Marilyn usó dos nombres: Marilyn Miller, nombre de casada de la actriz durante su matrimonio con Arthur Miller; y Joan Newman, un alias que utilizó para pasar desapercibida.



El doctor Micahel Gurdin regaló este historial médico a un amigo que acaba de sacarlo a subasta de manera anónima. De los papeles también se desprende que la actriz medía 1,69 metros y pesaba 52 kilos.


Fuente: Muy Interesate.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El último desnudo de Marilyn

"Su piel mojada brillaba, su sonrisa era provocativa... y la curva de su espina dorsal complementó las suyas", recuerda el fotógrafo Lawrence Schiller. Ella estaba junto a la piscina donde se rodaba la película inacabada Something's got to give (1962) y, de repente, se quitó el bañador. "Nadie se lo pidió", recuerda Schiller, "pero sabía que eso le iba a garantizar que la llamaran de nuevo". Antes de ese momento, Marilyn Monroe llegó a decir: "pensar que la gente va a mirarme me hace sentir menos sola». Y así se escribió su historia.


Schiller ya la conocía. Habían trabajado juntos en el set de El multimillonario (1960) pero no fue lo mismo. En el año 1962, Marilyn Monroe se encontraba grabando unas escenas para la película Something’s Got to Give, del director George Cukor. En ese entonces, Lawrence Schiller, era un fotógrafo bastante inexperto, sin embargo, se armó de valentía y decidió realizar la sesión de fotos al desnudo con ella. Según lo que relata en su posterior libro Marilyn & Me: A Photographer’s Memories, el joven le habría dicho: “Tú ya eres famosa, el que se va a hacer famoso ahora, soy yo”. A lo que ella respondió: “No seas tan arrogante, sustituir a un fotógrafo es fácil”.

Solo existen 1.962 ejemplares del libro de Lawrence Schiller (en realidad son 1.712, ya que, la numeración comienza en el 251, para acabar en la fecha de la muerte de Monroe). En él, se relata la relación que tuvo con Marilyn, y además, está compuesto por una gran cantidad de imágenes de la diva en las diversas facetas de su carrera. Además, se crearon 125 ejemplares especiales, que incluyen una fotografía original de Schiller.

En aquel entonces Schiller trabajaba para Paris Match. En su primer encuentro él era un novato; dos años después ya tenía experiencia con las celebrities ("aunque ella sabía más de fotografía que yo"). Pero nunca pensó que aquello lo cambiaría todo: Dos semanas después, Marilyn apareció muerta. Sin saberlo, aquello fue su última sesión profesional con un fotógrafo, su último rodaje. Su último desnudo.



El resultado de ese encuentro se muestra ahora en la galería valenciana Kir Royal, después de haberse descubierto en Madrid. La primera parte de la exposición habla sobre Marylin e incluye 15 obras en diferentes dimensiones; la muestra se completa además con la sección América y los 60, que presenta 31 fotos más que retratan a estrellas como Paul Newman, Clint Eastwood, Walt Disney, Bobby Kennedy o Barbara Streisand. Pero Marilyn lo inunda todo. "Era el sueño de todo fotógrafo. Le sacaba la sonrisa a los hombres cuando contoneaba las caderas mientras caminaba", dice. También, que con ella "cada fotografía era distinta" y que su alegría contagiaba.

Ese dato es, quizás, uno de los más interesantes. Los últimos días de Marilyn suelen vestirse de pastillas y pelo revuelto, de ansiedad, inseguridades y depresión. "La verdad, no había ningún indicio que me hiciera pensar que ella tuviera problemas". Su decisión de quitarse el bikini junto a la piscina también iba en esa dirección. Cuentan que la productora, la Fox, sólo quería promocionar a Elizabeth Taylor y esa fue su reacción para acaparar protagonismo. Tenía ideas de futuro. De regresar una vez más. "Marilyn quería sobrevivir". sentencia.

Además del desnudo, Schiller realiza un recorrido por el inicio del rodaje, el backstage, su camerino, su casa, su coche... De hecho, su relación continuó y el fotógrafo habló decenas de veces con ella. El mismo día de su muerte, el 5 de agosto de 1962, acudió a su casa para que le aprobara unas fotografías de aquel rodaje. Pero no quiere hablar de eso. Prefiere centrarse en la mujer que él conoció al borde la piscina: "Sabía cómo ser adorable y deseada".



Schiller, con 77 años, es consciente de que el mito de la ambición rubia le perseguirá siempre. "Murió muy joven... pero quiero pensar que si se hubiese hecho mayor nadie la recordaría así de bien". Con la espalda al aire, tan larga como las noches a su lado. "Con brillo en los ojos".

Fuente: Elmundo.es, pousta.com

viernes, 25 de octubre de 2013

20 años sin Vincent Price


Muere Amparo Soler Leal

Amparo Soler Leal ha fallecido en Barcelona a la edad de 80 años, según han informado la Academia del Cine a través de Twitter.

"Fallece Amparo Soler Leal. Actriz clave del cine español y de la filmografía de Luis García Berlanga. Nuestro pésame a compañeros y amigos"

Amparo Soler Leal
Nacida en Madrid en 1933, Amparo Soler fue una reconocida actriz de teatro y de cine, donde destacó por sus películas a las órdenes de Luis García Berlanga y también de Luis BuñuelLa carrera de Soler Leal empieza en 1948, aún adolescente, con la obra No me mientas tanto, aunque su gran oportunidad llegó poco después cuando se unió a la compañía de teatro María Guerrero. Uno de sus éxitos más llamativos durante esta época fue Historias de una casa. En cine, su primera inmersión fue en 1952 con Puebla de las mujeres.

Dos décadas después, estaba emparejada con Adolfo Marsillach y ya tenía su compañía de teatro, con la que interpretaba obras de vanguardia. Pero su relación con las tablas quedó en parte truncada por una Zapatera prodigiosa de Lorca que estrenó al poco de morir Francisco Franco, y que fue un fracaso. Desde entonces, Amparo Soler Leal decidió deslizarse hacia el teatro comercial. 

Con ella se va una de las últimas de una estirpe de artistas que supo llevar a las más altas cotas la interpretación haciendo uso de la intuición. Así se definió en cierta ocasión, como una "actriz de tripas y no de métodos” “La interpretación me sale muy espontáneamente".

resultan memorables sus participaciones en películas de maestros del cine español de la segunda mitad del siglo XX como José María Forqué (Usted puede ser un asesino), Luis Buñuel (El discreto encanto de la burguesía), Luis García Berlanga (en la trilogía Nacional), Pilar Miró (El crimen de Cuenca y Hablamos esta noche), Jaime Chávarri (Bearn y Las bicicletas son para el verano) o Pedro Almodóvar (¿Qué he hecho yo para merecer esto?). De los muchos halagos que de sus compañeros recibió en vida, resuena en la memoria de los aficionados a su arte el lanzado por Berlanga durante la entrega de un premio. "Es la única actriz a la que piropeó Bette Davis", dijo entonces el director de El verdugo.

jueves, 24 de octubre de 2013

Sofía Loren y su estancia en prisión

Sofía en los años 70.
La Corte Suprema italiana dio la razón a la actriz Sofia Loren en el litigio que la enfrentaba con la Hacienda de su país desde 1982, por un caso de supuesta evasión fiscal. La actriz no debía haber terminado en la cárcel de mujeres. Así lo ha dictaminado hoy la sección de impuestos de la Corte Suprema italiana, que ha escuchado el recurso presentado por la actriz contra una decisión de 2006 de la Comisión Tributaria de Roma. Loren estuvo en la cárcel de Caserta durante 17 días hace 31 años acusada de defraudar al fisco. El caso causó un gran revuelo después de que la actriz italiana decidiera entregarse a la policía en el aeropuerto romano de Fiumicino, según llegaba de Suiza donde residía con su familia. La acusación de fraude fiscal fue después atribuida también a su gestor.

Sofía Loren dijo ayer que estaba “feliz” por el veredicto de la Corte Suprema: “Finalmente se cierra una historia que se prolongó durante casi cuarenta años”. "El Tribunal Supremo ha puesto fin a un caso kafkiano", dijo por su parte el abogado de Loren, Giovanni Desideri.

El procedimiento se abrió con motivo de la declaración de impuestos que realizó la actriz en 1974, junto con su esposo, el productor de cine Carlo Ponti. Ese año no declararon “la existencia de ingresos y gastos” argumentando que estaban esperando la subvención correspondiente a la película en la que habían estado trabajando. Seis años más tarde, Loren recibía una notificación que le advertía de que debía pagar los impuestos correspondientes a 920 millones de las viejas Liras (unos 15 millones de euros). Loren, acogiéndose a una ley de amnistía fiscal (556/1982), presentó una declaración complementaria sobre una base imponible de 552 millones de las antiguas liras (unos 9 millones de euros).

Finalmente, después de un largo proceso de más de 30 años, de que dos comisiones tributarias de primer y segundo grado le dieran la razón y de que otra se la quitara, la Corte Suprema ha dictaminado a favor de una actriz que Italia considera "un monumento".

fuente: El País, El Mundo.

martes, 22 de octubre de 2013

Catherine Deneuve cumple 70 años

La gran estrella del cine galo celebra su  70 cumpleaños poco después del estreno en Francia de su última película, Elle s'en va, una obra de Emmanuelle Bercot en la que protagoniza a una abuela que, como ella, también rompe los estereotipos.

Deneuve en una de sus últimas películas
La diva francesa por excelencia ha apostado  por trabajos independientes y ha sido musa de Luis Buñuel, François Truffaut o Yves Saint Laurent. La actriz, que alcanzó la celebridad en 1964 con el musical de Jacques Demy Les Parapluies de Cherbourg, no se ha contentado con echarse a dormir tras la fama adquirida también junto a directores míticos como Roman Polanski, y no deja de añadir nuevos títulos a su ya extensísima filmografía.

Trazan su heterogénea trayectoria Belle de jour (1967) junto a Buñuel; Indochine (1992), que le valió un César a la mejor actriz y una nominación al Óscar, o Huit femmes (2001), uno de sus últimos y mayores éxitos comerciales y con el que, bajo la batuta de François Ozon, consiguió un Oso de Plata en Berlín.

Con más de un centenar de películas, numerosos premios y varios proyectos en la recámara, nada parece indicar que tenga intención de jubilarse de un oficio al que llegó por casualidad cuando contaba apenas 15 años.

Ahora, más de medio siglo más tarde, Deneuve asegura "no tener consciencia de su edad" y, pese a no desear "luchar contra algo que es inevitable", sí declara su intención de "envejecer lo más graciosamente posible".

Cercana a una edad que relega a muchas de sus compañeras de profesión de la esfera pública, la actriz dice tener "una imagen reconfortante de la vejez" en su propia madre, que, a sus 102 años, se sigue valiendo por sí misma.

Catherine Deneuve
La que fue musa de Buñuel, de la que el director aragonés dijo que era "bella como la muerte y fría como la virtud", rechaza ese calificativo afirmando, tal y como sostuvo el pasado septiembre en una entrevista concedida a la revista Paris Match, que la imagen de "mujer sofisticada y glacial" que la gente tiene de ella "es una locura".

Extremadamente celosa de su intimidad, según ella misma se encarga de remarcar en sus intervenciones mediáticas, Deneuve no deja de subrayar que la gente la cree más inalcanzable de lo que es en realidad, porque su vida diaria es mucho más sencilla.

Nacida en París en el seno de una familia muy relacionada con la actuación, con una abuela apuntadora, un padre director de doblaje y una hermana también actriz, los dos hijos de Deneuve han seguido también la senda de la representación.

Su rostro no sólo es popular en Francia, sino que se ha convertido, título a título, en un icono del cine francés para el mundo entero gracias a la popularidad de sus películas, premiadas en los festivales de cine más prestigiosos, como Cannes, Venecia o Berlín.

Comprometida con los derechos de las mujeres, con los sin papeles y la desobediencia civil o contra la pena de muerte, Deneuve no ha renegado de su influencia a la hora de posicionarse sobre temas sociales comprometidos, pero no ha querido sentar cátedra desde el palco de su notoriedad.

La "gran dama" del cine francés, en su reivindicación de la normalidad, huye incluso de esa distinción, que encuentra "horrible", porque, en su opinión, es "como si no se esperase ya nada" de una y "como si se hubiera dado ya todo lo mejor de uno mismo".

fuente: RTVE.es

domingo, 20 de octubre de 2013

La batalla de las películas de Paramount Channel

DESAYUNO CON DIAMANTES

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A pesar de que Truman Capote no quería a Audrey Hepburn para el personaje de Holly Golightly, lo cierto es que ya nadie puede imaginarse a otra actriz desayunando frente a Tiffany un domingo a las 8 de la mañana. La cinta de Blake Edwards nos cuenta la historia de Paul Varjack un escritor mantenido por una mujer mayor que se muda a un apartamento en Nueva York. Allí se enamorará de la joven, misteriosa y encantadora Holly, su vecina.

Es un clásico de la comedia romántica, llena de momentos que han pasado a la historia del cine, como las imágenes de Audrey Hepburn cantando Moonriver apoyada en el alféizar de su ventana. Pese a que la novela es mucho más ácida y se centra más en la amoralidad que en el romanticismo (al contrario que el filme), la película mantiene el carisma y el vigor del texto original. Un encanto personificado por Hepburn, con sus vestidos de Givenchy y sus gustos caros. George Peppard es el complemento ideal al espíritu libre de la actriz, en su rol de hombre reservado y terrenal.

El filme obtuvo dos premios Óscar; uno por la música de Henry Mancini y otro por la mítica mencionada canción, del mismo Mancini con letra de Johnny Mercer.

EL PADRINO

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Elegida como la Mejor Película de la Historia del cine en El Padrino es el retrato de una familia y del relevo generacional, uno de los mayores logros de Francis Ford Coppola, basado en la novela homónima de Mario Puzo. El Padrino cuenta la historia de Michael Corleone, hijo de uno de los grandes capos de la Cosa Nostra y que, a pesar de renegar del negocio turbio de su familia, tomará las riendas de los Corleone.

LAWRENCE DE ARABIA

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Todavía hoy, más de 50 años después de su estreno, Lawrence de Arabia sigue siendo una de las películas más estudiadas y mejor valoradas y es considerada una de las mejores biografías. El oficial británico Lawrence (Peter O'Toole) consigue reunir a las tribus árabes y hacer que aparquen sus ancestrales diferencias para formar un ejército que haga frente a las tropas turcas, aliadas de Alemania.

Esta película, basada en la autobiografía del mismo Lawrence, fue encargada a David Lean, director acostumbrado a proyectos monumentales. La cinta costó 12 millones de dólares, su rodaje duró 2 años y contó con un reparto de lujo encabezado por un casi debutante Peter O'Toole, Alec Guinness, Omar Sharif y Anthony Quinn, impuesto por la productora para que hubiera representación estadounidense.

Tal derroche de medios tuvo su compensación ya que el filme fue un gran éxito de público además de ser recompensado con siete premios Óscar, entre ellos el de mejor película, director y banda sonora original por la música compuesta por Maurice Jarre. Existen dos versiones de la película: una en que Lean se vio obligado a recortar varios minutos de cinta debido a su extensa duración, y otra que el mismo Lean reconstruyó en 1989 recuperando escenas y diálogo


sábado, 19 de octubre de 2013

Carmen Sevilla cumple 83 años

Carmen Sevilla ha cumplido 83 años y lo ha celebrado en silencio, en la más rigurosa intimidad. La última vez que festejó en público su aniversario, estaba enfundada en un espectacular vestido rosa, recibía a sus invitados a la puerta de un restaurante de Madrid con los brazos abiertos y su sempiterna sonrisa. Era el 15 de octubre de 2010. Estaba radiante.


El 14 de diciembre de ese año, grabó el que sería su último programa de Cine de Barrio. Y un mes más tarde, el 18 de enero de 2011, se despedía, rota de dolor y abrazando el ataúd, de quien fue su primer marido y el gran amor de su vida, Augusto Algueró. Desde entonces, poco se la ha visto en público, en algún que otro paseo por la calle o saludando desde la ventana de su casa madrileña.

El Alzheimer está siendo implacable con ella. Carmen solía repetir «mi gran ilusión es volver a trabajar». Y si no fuera por su enfermedad, aseguran en su entorno que Carmen seguiría en activo. Disfrutaba tanto, que cuando finalizaron sus años de retiro junto a su segundo marido, Vicente Patuel, comentó en más de una ocasión: «Me siento viva. Trabajar en televisión me ha devuelto la ilusión por mi profesión». Hasta sus últimos momentos, Vicente le pidió en múltiples ocasiones que lo dejara y que dedicara todo su tiempo a él.

Hace ya tres años que desapareció de la pequeña pantalla. Y es que en un corto espacio de tiempo todo había cambiado. Sus fallos de memoria o de concentración, que tanta gracia hacían a la audiencia y que tanto juego daban, se habían acentuado y lo que parecían «despistes» se convirtieron en algo más grave.

La realidad es que hoy Carmen tiene muchos momentos de olvido y algunos de lucidez. Tan pronto no reconoce a quienes la rodean o con quienes habla por teléfono, como vuelve a ser la mujer alegre y visceral de siempre. Según personas muy cercanas, su estado de ánimo es muy variable. «Es una pena, no reconoce a la gente, salvo en muy raras ocasiones -cuentan-. Es incapaz de mantener una conversación. Cuando parece estar interesada en algún asunto, se queda en silencio y quiere irse, cosa que ella jamás hubiera hecho en el pasado. Es triste, pero es algo que nos puede pasar a todos. Hay días que se levanta muy contenta, aunque a medida que van transcurriendo las horas se va apagando».

Un amigo íntimo de la artista asegura: «Hablé por teléfono con ella hace veinte días. Naturalmente, no era la Carmen de siempre, pero estuvo encantadora, como siempre, recordando vivencias juntos. Sin embargo, en otros momentos no te reconoce». Hasta tal punto le ocurre, que un día preguntó al servicio quién era el señor que estaba en su casa. Se trataba de su hijo Augusto. «Eso sí, en ningún momento ha olvidado quién es ella: Carmen Sevilla».

Inhabilitada para administrar su gran fortuna, dado que no dispone de facultades para manejarla, se encuentra permanentemente acompañada por el propio Augusto y su hermano Pepe García Galisteo, quien tiene fijada su residencia en Málaga, pero que pasa largas temporadas a su lado, en el piso de la calle Rosales. 

Fuente: ABC.es

viernes, 18 de octubre de 2013

Aplazamiento del estreno de Grace de Mónaco

Grace Kelly
 Grace de Mónaco al director Olivier Dahan, al productor Harvey Weinstein, al Príncipe Alberto y las Princesas Carolina y Estefanía, que consideran difamantes algunas de las escenas de una película que no se estrenará en su versión «original».

Olivier Dahan comenzó contando con la complicidad informal de los hijos de la princesa Grace, que comenzaron a sentirse «tracionados» cuando descubrieron escenas que la familia Grimaldi considera «inexactas», rozando la difamación, cuando la película aborda cuestiones sensibles, como el gusto por las bebidas fuertes de la esposa del príncipe Rainiero, al final de su vida.

El director de Grace de Mónaco intentó escuchar las críticas, advertencias y reservas de los hombres del Príncipe Alberto. Pero, una vez rodadas las escenas previstas en Mónaco, se tomó unas libertades muy mal apreciadas en la corte monegasca.

La película debía estrenarse en París el 27 de noviembre próximo. A las pocas semanas de lanzarse el programa de lanzamiento y presentación, el productor de la película, Harvey Weinstein, anunció un «ligero aplazamiento». Olivier Dahan no apreció en absoluto las repentinas reservas del productor de su película, tomando la cosa con paciente estoicismo, hasta que el productor anunció oficialmente un aplazamiento indefinido del estreno de Grace de Mónaco, hasta la próxima primavera, si hay suerte.

Harvey Weinstein ha conseguido mucho material rodado y no incluido en la película de Olivier Dahan, y se propone realizar un nuevo montaje, añadiendo, cortando y recortando, manipulando y transformando la película original del director: «Sencillamente, la película no está lista para su estreno. Haremos un nuevo montaje».

Sorprendido por lo brutal e inesperado de la noticia, el director comenta: «Mi película es víctima de una historia de mucha pasta, una cuestión de estrategia de lanzamiento, una cuestión de muchos millones, cosas así, que no tienen nada que ver con el cine. Bueno, si tienen mucho que ver con la industria del cine. Quieren una película comercial, es decir de una calidad mínima, quitando todo lo que pudiera interpretarse como muy crudo. Se trata de una historia de manipulación y poder. A partir de ahora, está claro que habrá dos películas: la mía, la original, y la que monten quienes tienen por la mano la sartén de la pasta».

Fuente ABC.es

lunes, 14 de octubre de 2013

Intro de Warner Bros

La música introductoria de la productora Warner Brothers, tocada al piano. You must remember this...

sábado, 12 de octubre de 2013

Que el Cielo la juzgue

Argumento:

Richard Harland (Cornel Wilde), un joven escritor, conoce en un tren a Ellen (Gene Tierney), una bellísima mujer con la que se casa pocos días después. La vida parece sonreírles, pero Ellen es tan posesiva, sus celos son tan enfermizos que no está dispuesta a compartir a Richard con nadie; tanto amigos como familiares representan para ella una amenaza de la que intentará librarse.

Ellen Berent (Gene Tierney)
Un melodrama duro pero con sentimiento, en el que el espectador es omnisciente en todo momento y en el que no puede dejar de juzgar los nulos escrúpulos que observa en esta niña malcriada. Por su parte, el director se encarga de mirar al pasado sirviéndose de un narrador que cuenta la historia de todo lo ocurrido, y de crear un ambiente de dolor y melancolía ante los duros acontecimientos sufridos por el bueno de Richard, con cielos pintados y decorados de paisajes idílicos que se mezclan con ligeros e inquietantes picados y con sombras proyectadas sobre la casa del estanque. Es la amenaza que se cierne sobre un matrimonio construido sobre el capricho de una mujer enferma en su amor obsesivo y absorbente, con el drama que estalla en momentos puntuales bien precisos y que alcanza su clímax en la escena del juicio, cuando se destapan los verdaderos sentimientos de Richard y de Ruth ante el acoso del fiscal.

Película completa

Amor, tragedia y suspense para una de las películas inolvidables de los años cuarenta, con escenas que quedan grabadas en la memoria y que invitan a volver a disfrutar de las interpretaciones de Gene Tierney, Gornel Wilde o Jeanne Crain… porque son impresionantes, como lo es la dirección de John M. Stahl, el guión de Jo Swerling o la música de Alfred Newman. Una joya del cine donde, una vez más, el amor y la muerte van de la mano… hasta que el Cielo la juzgue.

A continuación, os dejo un vídeo análisis sobre el film:

Sotheby's subasta una obra de Warhol

Las grandes casas de subastas se preparan para un otoño muy lucrativo. En noviembre, Sotheby's espera batir todos los récords de precios con una obra de Andy Warhol, en torno a 50 millones de euros.


viernes, 11 de octubre de 2013

50 años sin Jean Cocteau

Se cumplen cincuenta años de la muerte de Jean Cocteau. Su vida y su obra se desplegaron por múltiples caminos a lo largo del siglo XX desde que hizo su entrada en el mundillo artístico parisino en 1908. A partir de ese momento, Cocteau puso tanto cuidado en su imagen como en su actividad artística. París era la capital del arte mundial y allí el joven poeta conoció a gente como Stravinsky, Picasso, Proust o Satie. Diaghilev, el empresario de los ballets rusos donde triunfó Nijinsky, le lanzó una propuesta a modo de desafío: "Sorpréndame".


A lo largo de los años 20 su actividad es incesante y en los más diversos campos. Escribe poesía, teatro y novela, pinta y al final de la década dará el salto al cine con Le sang d’un poete, uno de los films de vanguardia más radicales. En él, Cocteau refleja todas sus obsesiones: el poeta como ser capaz de viajar a otros mundos, el dolor y la dificultad de la tarea creadora, amén de la inclusión de aspectos biográficos.

El testamento de Orfeo es su despedida del cine y una especie de acta de su obra. Realizada en 1960, el propio Cocteau, con más de setenta años, es el protagonista absoluto de la película, que sería su versión personal personal de La divina Comedia. El poeta se mueve a lo largo del espacio y del tiempo, se reencuentra con sus personajes y da pequeños papeles a amigos y conocidos, como Yul Bryner, Jean Pierre Leaud o Picasso.

A pesar de que en el ingente caudal de la producción de Jean Cocteau el cine no sea una de las actividades más caudalosas, sus trabajos cinematográficos son la suma de todas sus inquietudes, desde las plásticas a las dramáticas, sin olvidar en ningún momento la más importante de todas, la poesía.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Falso culpable

Un hombre acusado de los crímenes de otro. Ese era uno los temas preferidos por Alfred Hitchcock para sus películas, y el germen de su filme Falso culpable. El guion está basado en un reportaje que el director leyó en 1952 en Life Magazine. Su protagonista es un hombre al que la policía detiene por un robo a mano armada a pesar de ser inocente, confundido con el atracador de una compañía de seguros -el falso culpable es un tema clásico en su filmografía. Tanto quiso respetar Hitchcock la historia real que rodó en las mismas calles donde habían ocurrido los hechos y contó con la interpretación de algunos de los testigos del robo.

Argumento: Manny es un músico de jazz que vive apaciblemente en Nueva York con su esposa Rose y sus dos hijos pequeños. En una aseguradora, una empleada lo confunde con un ladrón que había robado allí unos días antes y lo denuncia a la policía. Comienza entonces para él una angustiosa pesadilla: es detenido y acusado de una serie de hurtos perpetrados en el barrio. Lo terrible es que todos los testigos y las pruebas caligráficas corroboran su culpabilidad. Tras salir bajo fianza, intentará demostrar su inocencia. Mientras tanto, su esposa sufre una aguda crisis nerviosa y es internada en un psiquiátrico.





El maestro construye un título de carácter realista y emocional, enfatizado por la expresionista fotografía de Robert Burks, de tono casi documental e influencia kafkiana que emprende un opresivo y angustioso recorrido correccional por un individuo atrapado en los propios mecanismos defensores de una sociedad que le impide casi protegerse, a pesar de su inocencia.

La narración desde el punto subjetivo del inculpado es asombrosa, descriptiva, cercana, detallista, escrutadora; consiguiendo mediante la misma transferir la desazón del protagonista a quien está contemplando su proceder policial y judicial.

La película pierde cierta intensidad a la hora del metraje cuando se disgrega el asunto entre el conflicto justicia-individuo-en el que se advierte el pánico confeso que Hitchcock tenía a las fuerzas del orden- y el trastorno emocional y psicológico desatado en la figura de la esposa a consecuencia de su penosa situación personal y familiar, principalmente deudas económicas y sentimiento de culpabilidad (regreso de nuevo al tema culpa-inocencia).


Obsesionado por lograr la mayor autenticidad posible, todo fue minuciosamente reconstruido con la colaboración de los héroes del suceso y procuró rodar con actores desconocidos todas las escenas posibles. Visitaron la cárcel en la que el verdadero protagonista estuvo detenido y estudiaron las actividades cotidianas de los presos: cómo recogen la ropa de cama, arreglan sus prendas de vestir, analizando hasta el mínimo gesto. Luego metieron a Henry Fonda, que interpreta al falso culpable, en una celda vacía para que repitiese lo mismo que los prisioneros hacían. Parte de la historia se desarrolla en un hospital psiquiátrico, donde los doctores que atendieron a la esposa del acusado en la historia real se interpretan a sí mismos en la película atendiendo a la esposa del prisionero.

El afán de Hitchcock por ser fiel a la realidad causó ciertas debilidades en la construcción de la historia, según admitió el director. “Sentí demasiados deseos de permanecer cerca de la verdad y demasiado miedo para permitirme la libertad dramática necesaria” en un filme que se interroga sobre el anhelado equilibrio entre la ficción y el documental.

Aún así, las estupendas interpretaciones de Henry Fonda y Vera Miles y el inigualable talento fílmico desarrollado por Alfred Hitchcock hacen de este título un magistral ejemplo ilustrativo de la manera de rodar "cine del bueno".

Fuente: El criticón, Cine en B/N, TCM.

martes, 8 de octubre de 2013

35 años del asesinato de Pier Paolo Pasolini

La noche del sábado 2 de noviembre de 1975, el director de cine Pier Paolo Pasolini se dirigió en su automóvil a los alrededores de la estación Termini de Roma, en busca de compañía. «El escritor convidó a dar un paseo en el coche a un golfillo de diecisiete años quien, al ver ese Alfa Romeo de lujo, fuera de serie, aceptó deslumbrado por esos níqueles brillantes, reconociendo en quien le convidaba al famoso escritor y director cinematográfico». Pocas horas después, el cadáver de Pasolini aparecía con el rostro desfigurado y el cuerpo destrozado en el balneario popular de Ostia, cerca de Roma, a causa de, según la versión oficial, los bastonazos recibidos por el joven y después de haber sido arrollado por su propio coche.
Las circunstancias de aquel crimen siguen sin aclararse por completo 38 años después. ¿Fueron uno o varios los autores? ¿Fue un crimen pasional o político? ¿Estuvo relacionado con las investigaciones que realizaba Pasolini para su último libro? ¿Pudo ser un crimen de Estado? Demasiadas incógnitas para un caso que se ha abierto y cerrado en numerosas ocasiones.

La última, en abril de 2010, después de que un senador del partido de Silvio Berlusconi condenado por asociación mafiosa, Marcello DellŽUtri, declarara públicamente poseer el capítulo perdido de Petróleo, el libro póstumo en el que Pasolini estaba investigando sobre algunos asesinatos cometidos en la década de los 70. Según muchos expertos, los datos de este capítulo conducirían hasta los verdaderos asesinos. Así lo dejó entrever DellŽUtri antes de de ser interrogado, quien, a pesar de no dar detalles del texto, sí señaló que sorprendería a todo el mundo, ya que daba detalles de la muerte de Enrico Mattei, presidente de la petrolera Eni, en un misterioso accidente aéreo en 1962.

La versión oficial aseguraba que el director se enzarzó en una pelea con Pelosi cuando éste se negó mantener relaciones sexuales con él y que, tras amenazarle con un bastón, fue el quién terminó apaleado y atropellado. Sin embargo, pronto esta hipótesis comenzó a ser puesta en duda.


A día de hoy, poca gente cree que el único implicado en la muerte del cineasta sea el entonces joven de 17 años. Algunos incluso han querido ver en el homicidio de Pasolini la sombra del Estado italiano. El mismo Pelosi, que pasó siete años en prisión, confesó en un programa de televisión («Sombras sobre el misterio»), en 2005, que él no era culpable.

Declaró que, tras haber practicado sexo oral con el director, se apeó del coche «para orinar» y, en ese momento, aparecieron tres desconocidos que, tras agredirle a él, «sacaron al señor Pasolini del coche y empezaron a golpearle con una violencia inaudita». «El pobre gritaba mientras le masacraban», añadió Pelosi, quién, tras desaparecer los agresores, contó que tomó el coche del cineasta y pasó involuntariamente por encima de su cuerpo.

Las infinitas sombras del asesinato de Pasolini
Un policía destapa el cuerpo sin vida de Pier Paolo Pasolini.

Algunos testimonio de la época recogidos por periodistas amigos, como Oriana Fallaci, afirmaron haber visto a dos hombres alejándose en moto y dejando a Pasolini en el suelo y a Pelosi gritando «¡no me dejéis solo!».

No han dejado de aparecer nuevas teorías a lo largo de estas décadas, siendo la de la versión oficial la que ya nadie parece creerse. Hace un año, Guiseppe Lo Bianco y Sandra Rizza publicaban un libro, Profundo Negro, en el que conectaban el asesinato del cineasta con el del periodista Mauro de Mauro, justo las dos personas que investigaban la extraña muerte de Mattei en 1970. Y mientras, el también cineasta y amigo de Pasolini, Sergio Citti, aseguró que aquella misma noche había recibido una invitación para ir a recoger los negativos del rodaje de Saló o los 120 días de Sodoma, robados recientemente por grupos de extrema derecha.

El asesinato de Pasolini conmovió al mundo en 1975 y lo sigue haciendo casi cuatro décadas después. Como cualquiera de los escándalos que rodearon su vida: «Escandalizar es un derecho, como ser escandalizados es un placer», dijo el director de Las mil y un noches en su última entrevista.

fuente: ABC.es

lunes, 7 de octubre de 2013

Adiós a Patrice Chéreau

Chéreau
Patrice Chéreau ha fallecido hoy, víctima de un cáncer de pulmón, siendo un monumento del teatro, la ópera y el cine francés. Actor, director, realizador, guionista, «hombre orquesta» de la escena francesa y europea del último medio siglo, Chéreau deja la leyenda de un creador muy fuera de lo común.
Chéreau podía adaptar un cuento de Joseph Conrad para mejor hablar de problemas de la actualidad más tormentosa. Y era capaz de alternar entre dos de las tres grandes líneas del teatro contemporáneo. De Bertolt Brecht intentaba adaptar a nuestro tiempo la dimensión «pedagógica»: un teatro altamente político, radical. De Antonin Artaud intentaba adaptar la vocación de un teatro que instalaba la “revolución” en la escena teatral. Chéreau, por el contrario, trabajó muy poco a los grandes maestros del teatro español contemporáneos de la pareja Brecht – Artaud: el Lorca de El Público y el Valle-Inclán de los esperpentos -los «paralelos» españoles de Artaud y Brecht- nunca estuvieron muy presentes en sus investigaciones.

Como director de cine, Chéreau deja un legado complejo, ambicioso, hermético (por momentos), muy alejado de las tendencias impuestas por los industriales y distribuidores.

Como guionista y director de cine, Chéreau intentó dialogar con los más grandes: adaptaciones de fragmentos de Proust, tentativas muy similares a las de Lucino Visconti e Ingmar Bergman. Experiencias visuales y cinematográficas muy emparentadas con la ópera clásica.

Personaje atormentado y complejo, Chéreau dirigió media docena de los grandes teatros de París y la periferia parisina. Siempre dispuesto a «romper» con todo para embarcarse en nuevas aventuras. Ganó casi todos los premios de la profesión y el Estado. Pero, en el fondo, todo eso no le interesaba mucho. Lo esencial era continuar investigando, «remando» a contracorriente de las «nuevas tradiciones mercantilistas».

Con Chéreau desaparece uno de los grandes hombres de teatro de la escena europea del último medio siglo.


fuente: ABC.es

sábado, 5 de octubre de 2013

Mujercitas

Mujercitas, la novela  publicada en 1868  escrita por Louisa May Alcott ha sido adaptada en el cine varias veces. Hay versiones filmadas en 1917 y 1918, una de 1933 dirigida por George Cukor con Katharine Hepburn y Joan Benett, y otra de 1994, la más reciente de todas, en la que participaron estrellas como Susan Sarandon, Winona Ryder, Kirsten Dunst y Claire Danes. 

George Cukor adapta magistralmente la obra, siendo una de las mejores que se han realizado hasta el momento. Puede que ésta sea la película más fiel a la novela de que se han realizado, la mayoría del guión son diálogos de la novela de Alcott sin nigún tipo de adaptación, pero también añaden elementos que la hacen muy atractiva, principalmente el momento de la obra de teatro que crean las hermanas al inicio de la película. Una divertida aventura que vemos muy desarrollada y que le da alegría a la historia.

Una película que nos habla de amor, generosidad, convivencia, respeto, sufrimiento… Pero, sobre todo, nos habla de la familia,  de la niñez y de la importancia que tienen  valores como la honradez, la generosidad y la tolerancia. Valores que si recibes desde pequeño darás y compartirás de la forma más natural y te harán ser más feliz cuando llegues a adulto. Valores que en nuestros días creo se están perdiendo cada vez más.



Una historia entrañable en la que cabe destacar la soberbia interpretación de una jovencísima Katharine Hepburn. Solamente por verla a ella ya merece la pena la película entera. Ella es el alma conductora de la historia y representa su propia personalidad. Está clavada en el papel de Jo. Como diría su profesor Bhaer: “Un espíritu libre”. Una mujer luchadora, divertida, soñadora y, por encima de todo, valiente, capaz de romper las estrictas reglas de la sociedad americana de la época.


George Cukor consigue crear un film de gran belleza visual, con una ambientación impecable. La fotografía es de Henry Gerrard y sería uno de sus últimos trabajos antes de morir.



En esta adaptación de 1933 hay muchas anécdotas. Cuando se empezó a rodar la película Joan Bennett estaba embarazada y el diseñador de vestuario tuvo que rehacerle todos los vestidos, porque Cukor no sabía nada. Por su parte, Katharine Hepburn escribió en su autobiografía: “Era como estar en el cielo. George Cukor estuvo perfecto, captó la atmósfera al instante”. Hepburn le pidió al diseñador de vestuario, Walter Plunkett que copiara un vestido que su abuela materna llevaba en un ferrotipo que conservaba.

David O. Selznick, que, aunque no aparece en los créditos, produjo la película, fue el artífice de que el proyecto se llevara a cabo. Le costó mucho, ya que en aquella época en Hollywood se pensaba que una película de mujeres ambientada en la Guerra Civil no funcionaría. Fue un éxito y, gracias a esto, Selznick se lanzó pocos años después a la que sería su gran obra: Lo que el viento se llevó.


El interior de la casa de los March está copiado de una casa auténtica de Louise May Alcott, autora de la novela, en Massachusetts.

Otra versión es la que Mervin LeRoy realizó en 1949 en un tecnicolor con June Allyson, Margaret O’Brien, Mary Astor, Janet Leigh y… Elizabeth Taylor.

Era la cuarta vez que la historia de esas hermanas que crecen y maduran mientras se desarrolla la Guerra Civil Americana iba a ser adaptada al cine y David O. Selznick, el productor de Lo que el viento se llevó, lo tenía todo previsto para convertirla en un gran éxito. Mervin LeRoy, responsable de éxitos como El puente de Waterloo, iba a ser el director y en la película iban a participar actrices como Rhonda Fleming y Jennifer Jones, con la que Selznick se casaría pocos años después. Sin embargo, los malos resultados de Duelo al sol provocaron que el productor vendiera los derechos a la Metro-Goldwyn-Mayer y solo el director y la actriz Elizabeth Patterson, en el papel de la criada, permanecieron en el proyecto. El resto del reparto cambió completamente.


La película se toma algunas pequeñas libertades respecto a la novela. En el libro, por ejemplo, la menor de las cuatro hermanas es Amy pero la Metro quería a Margaret O’Brien, la estrella infantil de El fantasma de Canterville, para el papel de Beth. La joven actriz no había cumplido aún los doce años y era imposible que pareciera mayor que la elegida para Amy, Elizabeth Taylor, que rondaba ya los diecisiete. La solución fue muy sencilla: Beth sería la más pequeña de todas. Por cierto, que la cesta que lleva este personaje en algunas escenas es la misma que usó Judy Garland en títulos como El mago de Oz y Cita en St. Louis.

June Allyson, que interpreta a Jo, también tuvo problemas con la edad. Pasaba de los treinta años y debía interpretar a una chica que, al comienzo de la historia, tiene tan solo quince. Pero la magia de Mujercitas lo perdona todo. Vista superficialmente puede parecer tan solo un film cursi, melodramático y lacrimógeno pero, al igual que ocurre con el libro, es una película que muestra personajes femeninos fuertes y decididos. Jo quiere convertirse en escritora y nada ni nadie se lo impedirá. Publica pequeños cuentos y relatos, se emancipa y se va a vivir lejos de su casa e incluso prescinde de su rasgo femenino más característico, su larga melena, cuando las circunstancias así lo requieren.



FUENTE: El País.es, Las cuatro hermanitas (Lopez Linares)

jueves, 3 de octubre de 2013

Audrey Hepburn: la magia de Audrey



La 2 de TVE:  Docufilia 3 de octubre, 18:00 - 18:55h


Un recorrido por la vida personal y profesional de la que fuera una de las mejores actrices de Hollywood, Audrey Hepburn. Con sangre noble en las venas, su espontaneidad y su sencilla forma de vestir marcaron toda una época y rompieron con la sofisticación del glamur.


Para ver el documental pincha aquí.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Recordando a Rock Hudson

El 2 de octubre de 1985 fallecía Rock Hudson, actor inolvidable y protagonista de películas como Gigante, Horizontes lejanos, Confidencias a medianoche o Adiós a las armas.




El 4 de ese mismo mes, el diario El País se hace eco de la noticia, destacando que la muerte del actor y su repercusión social provocan una mayor ayuda para investigar el SIDA. A continuación el artículo de Santiago Pozo:

El actor Rock Hudson, que murió el pasado miércoles, a los 59 años, en su casa de Beverly Hilis (Los Angeles), a causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), fue incinerado ayer en esta ciudad. Según su deseo, no hubo funerales. Su fallecimiento, que ha causado honda impresión en el universo cinematográfico norteamericano, se produjo dos horas antes de que la Cámara de Representantes norteamericana aprobara una ayuda de 190 millones de dólares (unos 30.590 millones de pesetas) con destino a la investigación de la enfermedad, 70 millones más de los previstos por el presidente Ronald Reagan.



Testimonios de los amigos

El presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes es un 90% mayor que el empleado este año para combatir la enfermedad. Rock Hudson, que había aportado 250.000 dólares (más de 40 millones de pesetas) para crear una fundación que investigue las causas y el tratamiento del SIDA, dejó escrito que tras su muerte no deseaba ningún funeral, y que debían incinerar su cuerpo y no enviarle flores, sino dinero para incrementar los fondos de la fundación, según declaró su portavoz, Dale Olson. De acuerdo con su deseo, su cuerpo fue incinerado el miércoles, a mediodía, hora local, tres horas después de haber fallecido. Aunque no se han dado a conocer las causas precisas de su muerte, se estima que fue el cáncer de piel de Kaposi, que suele atacar a las víctimas del SIDA, además de problemas de hígado. Aunque hasta el 25 de julio no se supo que Hudson padecía el SIDA, el actor llevaba va un año con esa enfermedad. 

Mientras dormía

La muerte de Rock Hudson ocurrió mientras dormía pacíficamente, según los que le acompañaron hasta el último momento. Pacíficos también fueron sus último días, que dedicó a ver en vídeo sus propias películas y preparando, con la escritora Sara Davidson, su autobiografía, que se titulará probablemente Rock Hudson: my own life (Rock Hudson: mi vida). Sara Davidson continuará con el empeño de escribir la biografía del actor, pese a haber pasado sólo unas horas con él. Estas tareas las combinó con las visitas de sus amigos íntimos, como Elizabeth Taylor, Nancy Walker, Robert Wagner y Jack Scalia.Según declaró el portavoz Dale Olson a la cadena de televisión norteamericana CBS, había estado hablando con Rock Hudson el lunes, y había encontrado al actor animado y con ganas de charlar. "Desde luego, nos sorprendió a todos el rápido desenlace de su enfermedad", comentó Olson. Aseguró también que hasta finales julio él no se había enterado de que Hudson padecía el SIDA. "Era una persona muy reservada, que se guardaba para sí sus cosas más íntimas, pero que al final vio con satisfacción cómo el revuelo que había causado su enfermedad estaba despertando una mayor conciencia en la opinión pública de este país sobre la verdadera dimensión del problema". 
Hollywood, además, recordará al actor como un caballero, un buen profesional y, sobre todo, un buen amigo. 
El padecimiento del SIDA le fue diagnosticado hace más de un año en Francia y se mantuvo en secreto hasta el pasado día 25 de julio, cuando Hudson regresó a Los Angeles desde París, donde había estado internado en el American Hospital y donde se le dio el alta "por ser demasiado tarde para hacerle candidato a seguir cualquier tratamiento experimental". 
Fue el propio Rock Hudson quien, a su regreso a Los Ángeles y después de una corta estancia en el hospital de la universidad de California-Los Ángeles (UCLA), decidió hacer público su estado por si esto ayudaba a atraer atención y ayuda sobre esta enfermedad, que ataca fundamentalmente a homosexuales, drogadictos por vía intravenosa y hemofílicos. 
La noticia de que el actor-símbolo del hombre de Hollywood de los años cincuenta-sesenta, tenía SIDA fue el detonante que hizo a la Prensa de todo el mundo informar masivamente sobre esta dramática y hasta hoy incurable enfermedad. 
El propio Hudson poco o nada dijo sobre el tema; donó 250.000 dólares para la investigación y envió un mensaje a una fiesta de gala organizada por grandes personalidades de Hollywood, donde se recaudó un millón de dólares, para reunir fondos para la investigación.
En julio de 1985, poco antes de fallecer, Hudson declaró que estaba cansado de sostener una vida que no era la suya y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la que sería la pandemia de finales del siglo XX. Burt Lancaster, uno de sus pocos amigos que le quedaban, leyó el último mensaje del actor antes de su muerte:

No estoy feliz por tener sida, pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo.

Fuente: El País.es, RTVE.es