diciembre 2014

miércoles, 31 de diciembre de 2014

75 aniversario de Lo que el viento se llevó

Si hay una frase famosa en el clásico Lo que el viento se llevó, por delante del ¡A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre! -según el American Film Institute-, es la que pronuncia Rhett Butler, cuando le dice  Francamente, querida, me importa un bledo (Frankly, my dear, I don't give a damn). El AFI la sitúa en el puesto número 1 de su AFI's 100 Years...100 Movie Quotes.  Una frase que corrió serio riesgo de no aparecer en el filme,


En los años 30, no existía todavía en Estados Unidos un sistema para adjudicar calificaciones por edades a las películas. Los estudios, a cambio, decidieron autorregularse, imponerse a sí mismos una serie de límites que dieron cuerpo al conocido como código Hays. Límites que Lo que el viento se llevó puso a prueba en más de una ocasión, al tocar temas como la violencia y la prostitución. Sin olvidar la mencionada frase.

El productor David O. Selznick tenía muy claro que debían ser fieles al original, el libro superventas de Margaret Mitchell. Y esto incluía respetar una sentencia tan icónica como la que suelta Rhett. Esta fue su defensa ante los censores: «Esta palabra [se refiere al «damn» traducido en España como bledo, pero más próximo a «maldición» o incluso «mierda»], como se usa en la película, no es una palabrota o una blasfemia. Lo peor que se podría decir de ella es que es un vulgarismo».

Durante, un tiempo, sin embargo, en previsión de que no le dieran el visto bueno, Selznick y el editor Val Lewton se dedicaron a buscar alternativas. Pidieron sugerencias para modificar la frase por si finalmente no era del agrado de los censores, y el resultado quedó recogido en un documento que conserva el Harry Ramson Center, situado en Austin (Texas).


En ese documento se pueden ver opciones como «simplemente no me importa» o «me deja frío». Finalmente no fue necesario acudir a un plan B. Steve Wilson, un experto del citado centro, se felicita porque se respetara la frase original. «Como dijo Selznick, es la frase clave de toda la historia», explica. «La película es sobre Scarlett y sus inseguridades, una mujer que toma todas estas decisiones cuestionables y aquí hay un tío que realmente la quiere y ella lo estropea».

Lo que no pudo estropear la censura fue la inclusión de una de las frases más célebres de la historia del cine.

Fuente: Today, ABC, AFI

martes, 30 de diciembre de 2014

Fallece Luise Rainer

 Luise RainerHa fallecido una de las primeras actrices que pasó a formar parte de la historia del cine. Luise Rainer, una de las primeras en conseguir llevarse el Oscar dos años consecutivos, ha muerto a los 104 años - “El secreto de una vida larga es no creer nunca a los médicos”, decía-. La actriz logró una hazaña inolvidable, lograda solo por cinco actores en la historia de estos premios que el próximo 2015 cumplen 87 ediciones. 

El gran Ziegfeld y La buena tierra eran los títulos que le valían el galardón a mejor actriz a este veterana, que vio como su carrera caía en picado tras semejante reconocimiento. Rainer limitó se apariciones en la gran pantalla, hasta el punto de casi hacerlas desaparecer. The Gambler junto a Michael Gambon, era una de las últimas ocasiones en las que veíamos a esta intérprete que también se ha paseado por algún capítulo de Vacaciones en el mar

Rainer nació el 12 de enero de 1910 en Viena, Austria, según su entrada en el libro de referencias Who's Who, aunque algunas fuentes citan su lugar de nacimiento como Dusseldorf, Alemania. Comenzó a actuar de adolescente a las órdenes del innovador director austriaco Max Reinhardt y apareció en varias películas alemanas. A mediados de la década de 1930 fue descubierta por un cazatalentos de Metro-Goldwyn Mayer y se trasladó a Hollywood. Su primera cinta estadounidense pasó sin causar sensación, pero sus siguientes papeles la convirtieron en una estrella. Con sus grandes ojos y sus elegantes pómulos, Rainer se ganó la inmortalidad en Hollywood al convertirse en la primera persona que ganó un Oscar como intérprete en años consecutivos. El Oscar por La buena tierra se lo arrebató en esa ocasión a Greta Garbo, candidata por La dama de las camelias, papel que la Rainer había rechazado.

"La ceremonia no era tan elaborada como lo es ahora" decía la actriz en 2003, una actriz que no parecía del todo satisfecha con estos dos premios. De cualquier manera, Hollywood llora la pérdida de la que fuese una de las intérpretes de la década de los 30. Rainer fallecía de neumonía en su residencia londinense, ciudad en la que vivía desde hace años, retirada del bullicio de Los Angeles, según confirmó a los medios su única hija. «Era más grande que la vida y podía encantar a los pájaros para que bajaran de los árboles», dijo. «Si la veías, nunca la olvidabas».

Pero Luise Rainer no ha sido la única que vio como su carrera de venía abajo después de hacerse con el famoso galardón. "Yo era una máquina prácticamente, una herramienta en una gran fábrica, y no podía hacer nada. Por eso me fui, me fui y huí" decía la actriz en una de sus últimas entrevistas. Siempre existen excepciones que confirman la regla, y a pesar de tratarse de uno de los reconocimientos más importantes en la carrera de un actor, el Oscar muchas veces está gafado.

Además, fue una militante antifascista, fue una dinámica defensora de la Segunda República Española, para la que recaudó fondos entre las gentes de Hollywood, habilitó un castillo en Francia para acoger a niños republicanos que huían de la guerra (a 10.000 dicen que llegó a dar cobijo) y sufragó en parte el rodaje de Tierra de España (1937), de Joris Ivens. De entre todas las figuras de Hollywood que se movilizaron contra Franco, “sin duda alguna fue Luise Rainer la que más hizo por la España leal”, según la escritora Lilian Hellman. En consecuencia, la simple mención de su nombre estuvo prohibida por el Gobierno de Franco, junto al de otras estrellas que habían tenido similar actitud.

En 1986, aniversario del principio de la guerra española, el Festival de San Sebastián le rindió un homenaje al que ella acudió. Adoraba lo español. Aún se recuerda el entusiasmo con que presentó el Oscar que ganó en 1983 José Luis Garci con Volver a empezar. Cuando visitó San Sebastián fue alojada en el palacio de Ayete, donde Franco solía pasar sus vacaciones. Cuando se enteró de ello, la Rainer protestó, sin perder el buen humor pero horrorizada ante la idea de estar durmiendo en la misma cama del dictador. No hubo quien la convenciera de que el palacio había sido renovado tras la muerte de Franco, 11 años atrás. Prefirió un hotel más modesto. Era su genio.

Fuente: ecartelera.com, ABC, EL PAÍS

sábado, 20 de diciembre de 2014

La joven Marilyn a subasta

Hubo un día en el que Marilyn Monroe no era más que una joven chica de 14 años, su nombre era Norma Jean Baker Morteson y todavía trabajaba en una fábrica. Una fotografía que la propia actriz se tomó antes de llegar al estrellato nos muestra cómo era la joven Norma Jean.

Se trata de un selfie que la joven se tomó en 1940 en un fotomatón. Esta instantánea había estado perdida en el tiempo durante años, sin embargo y tal y como explica en su versión digital el Clarín acaba de salir a la luz después de que uno de los parientes de la estadounidense la recibiera como regalo.

Un «selfie» revela cómo era Marilyn Monroe antes de hacerse famosa
Monroe con 14 años

En la instantánea, puede verse a Norma con pelo moreno y ataviada con una chaqueta estampada, un gran sombrero y una camisa de cuadros. Todo ello, típico de la época. A día de hoy, se cree que la imagen puede tener un gran valor económico. De hecho, el viernes será subastada a través de las Swann Galleries de Nueva York y se cree que podría alcanzar un precio de hasta 12.000 dólares (unos 9.600 euros).

Esta curiosa imagen será subastada apenas unas semanas después de que una galería vendiera también varias imágenes que el famoso Bern Stern tomó de la actriz en una sesión de tres días. Concretamente, las fotografías (más de 2.571) fueron realizadas en la suite 261 del Hotel Bel-Air de Los Ángeles y Marilyn se mostró ante la cámara desnuda.

Fuente: ABC.es

viernes, 19 de diciembre de 2014

Fallece Virna Lisi

La actriz italiana Virna Lisi, una de las musas de la cinematografía italiana durante la década de 1960, falleció ayer en Roma a los 78 años de edad. Fue una de las actrices más emblemáticas de la tradición cinematográfica italiana.

La actriz italiana Virna Lisi en una imagen de 2009
Virna Lisi

Entre sus reconocimientos se cuentan 6 Lazos de Plata del Sindicato Nacional de Periodistas Cinematográficos de Italia (SNGCI), el premio a la mejor actriz en Cannes 1994 por La Reina Margot de Patrice Chéreau y 2 David de Donatello.

Virna Pieralisi, su nombre real, nació en Ancona (centro de Italia) el 8 de septiembre de 1937 aunque mas tarde se trasladó a la capital italiana junto con su familia. Entre 1954 y 1956 trabajó en varias películas de escasa calidad hasta ser requerida por Francesco Maselli quien le ofreció su primera oportunidad importante en La mujer del día.

En 1962 fue contratada por Joseph Losey para la película Eva, con a Jeanne Moreau y Staley Baker y al año siguiente rodó El tulipán negro, junto a Alain Delón, en España.

La conquista de Hollywood fue su siguiente objetivo, donde llegó a ser considerada como la nueva Marilyn Monroe por su característico pelo rubio. Allí intervino en producciones como Asalto al Queen Mary (1966) con Anthony Franciosa y Frank Sinatra o Cómo matar a la propia esposa (1964) junto a Jack Lemmon. Por aquel entonces, Lisi conformaba, junto a Sofía Loren y Claudia Cardinale, el trío más cotizado de Italia.

Su carrera profesional no se limitó al cine sino que también trabajo en el teatro o en la televisión. Alcanzó un gran reconocimiento por su trabajo en la serie televisiva La vida continúa, de Dinno Rissi, considerada la "Dallas italiana" por reflejar la evolución de una familia burguesa.

Su deceso se produce 15 meses después de que falleciera el hombre con el que estuvo casada durante 53 años, Franco Pesci, el 23 de septiembre de 2013.

Fuente: RTVE.es

sábado, 13 de diciembre de 2014

Ganadores del EGOT

El EGOT es un conjunto de cuatro premios: un Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony. Conseguirlo supone que se ha alcanzado la excelencia en el mundo de la televisión, la música, el cine y el teatro, algo al alcance de muy pocos y que conforma un selecto grupo de doce nombres, cuatro hombres y doce mujeres.

EGOT, el premio al talento en todas las artes

Solo cinco miembros de este club permanecen vivos. La reciente muerte de Mike Nichols, el director de El graduado, nos hace repasar todos los nombres de estos auténticos artistas del renacimiento en la actualidad. Haremos un repaso entre las estrellas clásicas:

Audrey Hepburn

La actriz británica es una de las más laureadas de la lista de poseedores del EGOT. Comenzó a labrar su larga lista de galardones en 1954 al recibir el Oscar por su papel protagonista en la película Vacaciones en Roma y, ese mismo año, el Tony por su obra teatral Ondina.



Su cosecha de premios de la Academia de Cine, sin embargo, se cortó ahí y sus papeles en películas que han pasado a la historia como Sabrina o Desayuno con diamantes. Tuvo que esperar hasta los años noventa para completar los otros dos títulos que le faltaban para el EGOT: en 1993 se llevó el Emmy gracias al programa Gardens of the World with Audrey Hepburn, una serie de ocho documentales emitidos en la PBS, y en 1994 completó el ciclo gracias al Grammy por el disco infantil Audrey Hepburn's Enchanted Tales.

Mike Nichols

Mike Nichols
Mike Nichols

El recientemente fallecido Mike Nichols es otro de los integrantes de esta selecta lista, de la que entró a formar parte en 2001 después de ganar dos Emmy por su comedia Wit (premios que repetiría poco después gracias a Angels in America). El camino lo había iniciado en 1961 con el Grammy al álbum An Evening with Mike Nichols and Elaine May, con la que colaboraba en sus inicios. Luego llegaría el Oscar de El graduado (1968) y una larga lista de premios Tony (hasta nueve) por su labor como director teatral de títulos como Spamalot.

John Gielgud 
John Gielgud
John Gielgud 


Sir Arthur John Gielgud fue un actor inglés de obras clásicas que ganó su primer Tony (de los tres que ganaría) en 1948 con su interpretación en La importancia de llamarse Ernesto. Luego recibió un Grammy por su dicción en Ages of Man y el Oscar en 1981 como mejor actor secundario en Arthur, el soltero de oro. En 1991 completó su EGOT con el Emmy por Summer's Lease.

Rita Moreno

Rita Moreno
Rita Moreno

La Anita de West Side Story supuso el primer gran papel para Rita Moreno, una puertorriqueña que se llevó el Oscar como mejor secundaria en 1961. El Grammy le llegó en 1972 con The Electric Company, el Tony en 1975 gracias a The Ritz y después ganó dos Emmy, por El show de los Muppets y por The Rockford Files.

Helen Hayes

Helen Hayes
Helen Hayes

La polizón de la película «Aeropuerto» (1970) recogió su segundo Oscar por esta interpretación, 38 años después de recibir el primero como protagonista de The Sin of Madelon Claudet. Fueron dos de los galardones de una larga carrera plagada de éxitos que incluyen el Emmy por Schlitz Playhouse of Stars (1953), el Grammy por Great American Documents (1977) y los dos premios Tony de Happy Birthday y Time Remembered.

Fuente: ABC

martes, 9 de diciembre de 2014

Kirk Douglas cumple 98 años

Kirk Douglas se acerca a los cien años, es una de las pocas estrellas del cine clásico que aún están vivas. Hace unos meses, el actor publicó un libro de memorias, aunque algunos de los datos y anécdotas que ha dejado escritos se alejan de la realidad.

Aparición pública de Kirk Douglas en 2011

En su libro Yo soy Espartaco. Rodar una película, acabar con las listas negras (Capitán Swing), el veterano actor americano rastrea sus recuerdos para esclarecer cómo tomó algunas de las decisiones más importantes de su carrera. Un relato que abarca desde sus inicios como actor hasta su éxito internacional, haciendo especial hincapié en la creación del film Espartaco, así como sus labores como productor y la estrecha relación con su mujer Anne Buydens.

Kirk Douglas fundó en 1955 una productora llamada Bryna (nombre que homenajeaba a su madre de origen ruso). Una estrategia comercial que tomó del actor Burt Lancaster y que le permitió ganar más dinero de las películas que protagonizaba. De esta experiencia salieron películas como Los Vikingos o Senderos de Gloria, en la que conoció Stanley Kubrick,  un joven director que acabaría dirigiendo la película de Espartaco tras el despido de su anterior director.

Insatisfecho con el logro de ‘descubrir’ a Kubrick, Douglas continúa con esta particular epopeya en la que consiguió cambiar Hollywood por si solo. Una larga lista de méritos que han despertado la polémica entre las estrellas del Paseo de la Fama, por lo que son dignos de ser recopilados:

1. Romper la ‘lista negra de Hollywood’

El principal mérito que se concede es el de “poner fin a aquella cruzada del terror que era la caza de brujas” emprendida por el senador de Wisconsin Joseph McCarthy en contra del comunismo. Algo que asegura lograr gracias a su empeño por contratar y hacer figurar en los títulos de crédito de Espartaco al guionista Dalton Trumbo, uno de los ‘Diez de Hollywood’ (los principales integrantes de la lista negra), quien se había visto obligado a trabajar ocultando su identidad bajo seudónimos durante verios años.

Sin embargo, esta historia parece no ser del todo cierta si se contrasta con la biografía de Dalton Trumbo escrita por Edward Lewis en 1977. En ella se explica cómo Trumbo tuvo que insistir a Douglas para poner su nombre en pantalla e incluso habla de un supuesto distanciamiento de Douglas con Trumbo después de la realización de la película por el miedo a ser relacionado con él.

La familia del guionista también se ha declarado en contra de lo expuesto en este libro. En unas declaraciones a The Atlantic de Melissa Trumbo, la hija del guionista explica como Kirk Douglas “fue muy insistente en varias ocasiones tras la muerte de su padre” para que su familia reconociera que fue él quien rompió la 'lista negra'.

Tanto la familia como el biógrafo del guionista han coincidido que Kirk Douglas no fue quién rescató a Trumbo, y que tan solo fue una estrategia para vender la película que surgió tras las declaraciones del director Otto Preminger reconociendo que estaba trabajando con Dalton Trumbo en su película Exodus. Querían adelantarse y ser los primeros que rompían con el tabú.

Pero 1960 no supuso el fin de esta 'caza de brujas', otros escritores comunistas como Herbert Biberman, John Howard Lawson, and Lester Cole tuvieron que continuar usando seudónimos para firmar sus películas incluso una década después de Espartaco.

2. “Yo soy Espartaco”

Otro hecho que considera necesario reivindicar coincide con el título del libro. Se trata de la de las escena más épica de la película, cuando el protagonista reconoce ante Craso que él es Espartaco y, de forma espontánea, todos los esclavos se unen gritando al unísono: "Yo soy Espartaco".

Kirk Douglas caracterizado como Espartaco

En el libro, Douglas es muy insistente con que esta secuencia se trata de una idea personal que Kubrick no supo apreciar en su momento. Durante todo un capítulo del libro, relata la disputa personal entre el actor y el director, y cómo este último acaba entrando en razón para reconocer que era una gran idea.

Unas declaraciones que el biógrafo de Dalton Trumbo también ha querido revocar, explicando que fue el propio guionista quién dejó por escrito esa escena a través de varias notas en el guión de la película. Según informa la publicación americana Salon, su intención era “hacer énfasis en el carácter común del conflicto de los esclavos”.

3. Aquellos encuentros que nadie recuerda

En el libro, Kirk Douglas es capaz de recordar conversaciones que tuvo hace más de 50 años como si las hubiese tenido hoy. Transcribe palabra por palabra y se acuerda hasta del más mínimo detalle de algunas de estas reuniones. Aunque, según han informado otras fuentes,  no todas esas conversaciones llegaron a tener lugar, razón por la que también ha sido criticado.  

Edward Lewis, productor de la película, es otro superviviente del film y en varias ocasiones se ha manifestado en contra de alguna declaración de Kirk Douglas. Según Lewis, el encuentro entre Douglas, Kubrick y él mismo que figura en el libro, en el que el director de la película propone que su nombre debería figurar como guionista, nunca llegó a suceder.

Lo mismo ocurre con otras reuniones que son citadas en estas memorias. Como las que tienen lugar en casa de los Trumbo o incluyen al propio guionista, que han sido desmentidas por su familia ya que no recuerdan haber invitado a cenar a Laurence Olivier  tal y como Douglas refleja en el libro.

Otra falta de rigurosidad por parte de Espartaco que hace pensar que este libro se trata de una gran fabulación, muy lejana al estatus de "memorias" con el que ha sido concebido. Pero más allá de aquellas encuentros ficcionados y a su afán a la auto-adulación, el libro presenta una imagen global del Hollywood de esos años digna de ser leída. La relación entre los actores y sus representantes, la forma en la que los estudios trataban a los trabajadores, el poder de la prensa e incluso una revisión de la 'caza de brujas' desde dentro.

Al contrario de lo que opina George Clooney en el prólogo, este hecho no debería "aparecer señalado en los libros de historia como el instante e en que se puso fin a las listas negras de Hollywood", solamente debería tratarse como una anécdota más de un hombre con muchos años.

Fuente: elconfidencial.com

lunes, 8 de diciembre de 2014

Recordando a Mike Nichols

El pasado mes de noviembre murió Mike Nichols, el director de El graduado (1967), y responsable de famosas obras y musicales de Broadway, a los 83 años.

El anuncio del fallecimiento se produjo "de forma repentina", fue anunciado en una declaración por el presidente de ABC News, James Goldston, ya que la esposa del cineasta, Diane Sawyer, es una de las presentadoras de la cadena de noticias. "Nadie era más apasionado que Mike en su oficio", dijo el presidente de ABC.

Mike Nichols
Mike Nichols
Nichols era una de las 12 únicas personas en el mundo que habían ganado todos los máximos premios de la industria del entretenimiento de Estados Unidos: el Oscar, el Tony, el Emmy (estos dos en numerosas ocasiones) y el Grammy, circunstancia que reconoció Goldston: "Fue un auténtico visionario, ganando los máximos honores en las artes por su trabajo como director, guionista, director y cómico y uno de los pocos en lograr el EGOT -Emmy, Grammy, Oscar y Tony- a lo largo de su carrera".

Nichols también dirigió títulos como ¿Quién teme a Virgina Wolf? (1966), Armas de mujer (1988), A propósito de Henry (1991), Primary Colors (1998) y Closer (2004) Su último trabajo tras las cámaras fue La guerra de Charlie Wilson, en 2007.

Nichols nació el 6 de noviembre de 1931 en Berlín bajo el nombre de Michael Igor Peskowsky, pero con solo 7 años se trasladó a Estados Unidos junto a su familia escapando de la Alemania nazi de Hitler.

Mientras estudiaba en la Universidad de Chicago empezó a asistir a clases de teatro y quedó totalmente enganchado al mundo artístico. Así, en la década de los 50 fundaría junto a los actores Elaine May, Alan Barkin y Barbara Harris la compañía The Compass, luego denominada Second City, y en los 60 sus duetos cómicos junto a May triunfarían en los cabarets de Nueva York. Esta pareja artística ganaría un Grammy al mejor álbum de comedia en 1961 con An Evening with Mike Nichols and Elaine May.

En esa década, Nichols dirigió también numerosos espectáculos en Broadway que le reportaron tres premios Tony a la mejor dirección: Desclazos por el parque (1964), La extraña pareja (1965) y Plaza Suite (1968). Posteriormente ganaría otros seis premios teatrales más por musicales como Annie (1977) o Spamalot (2005).

FALLECE MIKE NICHOLS
Nichols y su mujer
En el año 1966, invitado por Warner Bros a probar suerte como cineasta, dirigió su primera película, ¿Quién teme a Virgina Wolf? (1966), protagonizada por Elizabeth Taylor y Richard Burton y ganadora de cinco Oscar. Esta cinta le valdría la primera de sus cuatro nominaciones a los premios de la Academia como mejor director.

El año siguiente dirigiría El graduado, protagonizada por Dustin Hoffman y Anne Bancroft, nominada a siete Oscar de los que ganaría el de mejor director, y que también le reportó el Globo de Oro y el BAFTA.

En paralelo, Nichols siguió trabajando en Broadway con mucho reconocimiento. El último galardón que recibió fue el Tony a mejor director por La muerte de un viajante, en 2012. Para televisión dirigió varias miniseries que también fueron reconocidas en los Emmy, como Wit (Amar la vida, 2000) y Angels in America (2003). En 2010 recibiría el premio honorífico AFI a toda una vida.

Nichols era padre de tres hijos de anteriores matrimonios (Daisy, Max y Jenny), y abuelo de cuatro nietos. Diane Swayer era su cuarta esposa, con la que contrajo matrimonio en 1988.

Fuente: RTVE.es

domingo, 7 de diciembre de 2014

John Wayne y El Retiro

El parque de El Retiro prácticamente ocupa la misma superficie que el Hyde Park de Londres y casi una tercera parte del Central Park de Nueva York. Fue creado entre los años 1630 y 1640 por el rey Felipe IV. El estanque grande de El Retiro es un lago artificial que tiene una profundidad máxima de 1,80 metros, fue construido con la intención de recrear batallas navales y cuenta con anécdota cinematográfica:


La bronca por el ángel caído, John Wayne y otras cosas que no sabías de El Retiro


Fue en la Navidad de 1963 cuando el famoso actor aterrizó en Madrid para rodar parte de las escenas de El Fabuloso Mundo del Circo, junto a Rita Hayworth y Claudia Cardinale . La productora decidió montar la carpa del circo en mitad del estanque, por lo que el Ayuntamiento se vio obligado a vaciar el lago durante el periodo en el que se desarrolló el rodaje. 

Fuente: ABC