30 años sin Grace Kelly

La muerte de la princesa Grace los sumió en una profunda tristeza. Un padre deprimido y avejentado, y tres hijos llorosos aparecieron junto a su féretro. Lejos de sentar cabeza, han seguido protagonizando sonoros escándalos, en contraste con la actitud si

El Principado de Mónaco. Situado a lo largo de 3,5 Kilómetros de costa en el Mediterráneo, cuenta con tres centros urbanos que albergan a unos 31.000 habitantes: Mónaco, la capital; La Condamine, un centro residencial, y Montecarlo, sede del famoso Casino. Grace Kelly fue la figura clave en la llegada de inversiones de EEUU a este pequeño paraíso fiscal donde sus residentes no pagan IRPF. Si en 1945 los juegos de azar representaban el 90% de sus ingresos, ahora suponen el 25%. Los hoteles, bancos y el sector industrial aportan el 55%. Es famoso por sus eventos culturales, artísticos y deportivos de gran renombre: el Baile de la Rosa, el de la Cruz Roja o los premios Laureus del deporte.

Afectados por el dolor. La familia Grimaldi al completo en los funerales de la princesa Gracia.

Estefanía. La adolescente de 17 años permaneció 12 días en el hospital con Paul Belmondo, su novio entonces, a su lado. Después llegarían Anthony Delon, Rob Lowe, Mario Olivier, hasta que les llegó el turno a los guardaespaldas. El primero fue Daniel Ducruet, padre de sus hijos Luis y Paulina, y el segundo, desconocido, padre de su hija Camila. Incluso probó suerte con el domador Franco Knie. Ahora ha conquistado a Richard Lucas, el “mayordomo” de palacio. Una relación que parece disgustarle a Carolina, tan crítica con la vida privada de su hermana, quien vetó su aparición en el Baile de la Cruz Roja, según “Paris Match”.

Raniero. Uno de los monarcas que más tiempo lleva en el trono: desde el 19 de noviembre de 1949. Tenía 59 años cuando le sorprendió la muerte de su esposa, con la que un año antes había celebrado sus Bodas de Plata. Comenzó a sonreír tras la boda de Carolina con Stéfano Casiraghi y, según la prensa, gracias a los consuelos de Lynn Wyatt, una aristócrata de Houston; de Hjordis Niven, la viuda del actor David Niven, y de la princesa austriaca Ira Von Fürstenberg, la que más cerca estuvo del altar. Pero ninguna pudo sustituir a la que define como “la mujer perfecta”. Su hijo Alberto y su nieto mayor Andrea son sus dos posibles sucesores.

Carolina. Después de la muerte de su madre y con 25 años ejerció el papel de primera dama. Ya separada de su primer marido, Philippe Junot –en julio de 1992 se le concedió la nulidad–, se consoló con sus viejos amores Roberto Rosellini, hijo de la actriz Ingrid Bergman, y el tenista Guillermo Vilas, hasta que conoció a Stéfano Casiraghi, con quien se casó en 1983 y tuvo tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre. La tragedia volvió a golpearla cuando éste murió en un accidente en 1990. Confortada por el actor Vincent Lindon, vivió un tiempo en la Provenza y en 1999 rehízo su vida con el polémico Erns de Hannover, padre de su hija Alejandra.

Alberto. Tenía 24 años al fallecer la princesa y desde entonces ha sido uno de los más firmes apoyos de su padre. Consciente de su responsabilidad como príncipe heredero, algún día se convertirá en Alberto II de Mónaco acompañado de un centenar de títulos. Permanece soltero y aunque mucho se ha rumoreado sobre sus tendencias sexuales, siempre se ha rodeado de mujeres espectaculares. Con la que más se especuló sobre una posible boda fue con la “top model” Tasha de Vasconcelos. Persona de inquietudes y amplia formación humanística, es el que, según su padre, guarda más parecido con su madre.