“Nunca he buscado el éxito para obtener fama y dinero. Es el talento y la pasión lo que cuenta para tener éxito”.
“Mamá tenía que decir la verdad. Era una especie de compulsión, de obsesión incluso. Si nos llamaba alguien con quien no queríamos hablar, para nosotras no era ninguna mentira pedirle a mamá que dijera que no estábamos.
Pero ella no quería hacerlo, y al final decía al que llamaba que sí estábamos. Se sonrojaba, a veces llegaba a pasar vergüenza mientras decía a esa persona que no queríamos hablar con ella. Era divertido de veras. Bueno, la verdad es que no lo era tanto.
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Ingrid y Roberto |
Los niños aprendíamos deprisa. Nuestra madre podría ser Ingrid Bergman, una de las actrices más famosas del mundo, que podía decir cualquier cosa en escena o en una película, pero en casa no actuaba.” Recordaba Isabella Rossellini sobre su madre.“Un día le pregunté: “Mamá, ¿por qué lo guardabas todo?” Ella me respondió que siempre supo que sería famosa. Me quedé pasmada, pues no parecía una respuesta arrogante. No era típico de ella, pues mamá nunca fue arrogante.