100 aniversario del nacimiento de Toshiro Mifune

miércoles, 1 de abril de 2020

100 aniversario del nacimiento de Toshiro Mifune

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Toshiro Mifune, actor japonés que mayor reconocimiento ha alcanzado en el mundo. Entre sus reconocimientos destacan dos premios al mejor actor en el Festival de Cine de Venecia por Yojimbo, en 1961, y por Barbarroja, en 1965. 



El actor japonés más célebre de la historia no nació en Japón sino en China. De hecho, no estuvo en Japón hasta que fue reclutado por el Ejército. Toshiro Mifune nació el 1 de abril de 1920 en Tsingtao (hoy Qingdao, en Shandong), ciudad de la Manchuria china por entonces bajo control nipon. Creció en una colonia japonesa metodista en la que su padre trabajaba como fotógrafo retratista.

Por influjo de su padre, desde adolescente Mifune mostró interés por la fotografía, actividad que le sirvió durante la Segunda Guerra, ya que fue destinado a labores de reconocimiento aéreo. Al terminar el conflicto entró en contacto con el cine como asistente de cámara.  Sin que él lo supiera, un amigo mandó una fotografía suya a un casting de actores y resultó seleccionado. Debutó en 1947 con un pequeño papel en una comedia y al año siguiente conoció al director Akira Kurosawa, con quien realizaría 16 películas magistrales.  

Mifune empezó a ganar notoriedad en 1948 por su papel de gánster en El ángel ebrio, de Kurosawa. Con personajes de carácter duro y despiadado, aunque no carentes de humor, conquistó al público en cintas como Rashomon (1950) y Los siete samuráis (1954). Ambas dirigidas por Kurosawa se volverían clásicas del cine mundial. 

Kurosawa, primer director japonés en adquirir notoriedad en Occidente, encontró en el actor una materia prima de primera calidad para crear obras maestras. A pesar de sus éxitos, la relación entre ambos no era idílica. Así, el crítico James Quandt refiere que “su colaboración se fundaba en una negociación volátil entre el director autocrático —aristocrático en su porte, imperioso y autoritario— y su actor principal mercurial, que mostraba humildad, necesidad ingeniosa y, tal vez, lo contrario, una cierta vehemencia”.  De acuerdo con John Farr, estaban hechos el uno para el otro: “Raramente, si no es que nunca, una colaboración entre un artista y su inspiración dieron como resultado un tesoro cinematográfico tan rico”. 

Este rico tesoro incluye también adaptaciones de Kurosawa a obras literarias occidentales, como El idiota de Dostoievski, que se convertiría en Hakuchi (1951); Macbeth de Shakespeare, transformada en Trono de sangre (1957), y la obra de teatro de Máximo Gorki Los bajos fondos, rebautizada como Donzoko (1957). Su última colaboración sería en Barbarroja (1965).  


Toshiro Mifune
Gracias a su éxito con las cintas de Kurosawa adquirió estatus internacional, lo que lo llevó a filmar cintas como Infierno en el Pacífico (1969), ¡Tora! ¡Tora! ¡Tora! (1969), El sol rojo (1971) y La batalla de Midway (1976).  Además, participó en películas mexicanas, llegando a estar nominado al Oscar y al Globo de Oro por Ánimas Trujano, de Ismael Rodríguez, donde hace el papel de un oaxaqueño irresponsable que busca convertirse en mayordomo de su pueblo. 

El crítico de cine Rafael Aviña escribe que “en uno de esos extraños casos de la historia fílmica”, en Ánimas Trujano Mifune fue uno los mejores actores del cine nacional. Interpretó magistralmente a un terco, borracho y pendenciero indígena zapoteco”. 


Fuente: milenio.com,

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