Marlon Brando vuelve a trabajar con Elia Kazan en esta película, tras el éxito de «Un tranvía llamado deseo» (1951). Kazan, en esta obra, con John Steinbeck como guionista, retrata el México rural de principios del siglo XIX y consigue analizar el lado más humano, heroico y revolucionario de Emiliano Zapata, protagonizado por Brando.
En ese año, 1952, Kazan delató –ante el comité que llevaba a cabo la caza de brujas– a ocho compañeros que habían estado afiliados, junto con él, a mediados de la década de los 30, al Partido Comunista.