Hollywood Costumes, que abrió sus puertas al público el sábado, explora el papel fundamental que ha desempeñado el a menudo ignorado diseño de vestuario en el cine a lo largo del último siglo. Además de su función esencialmente narrativa, algunas de estas creaciones forman ya parte de la historia del cine.
Es el caso del vestido de cóctel negro diseñado por Givenchy que llevaba Audrey Hepburn en "Desayuno con diamantes", del vaporoso vestido blanco que inmortalizó Marilyn Monroe sobre una boca de aireación en "La tentación vive arriba", del modelo verde de terciopelo hecho con cortinas que Vivian Leigh llevaba en "Lo que el viento se llevó" o del delantal azul sobre una blusa blanca de Judy Garland en "El Mago de Oz".
"Detrás de cada traje, hay siempre un diseñador cuyo trabajo empezó con una obra escrita para crear una persona real en la pantalla", explicó el comisario adjunto Keith Lodwick.
Una de las más famosas diseñadoras fue la estadounidense Edith Head, ganadora de ocho premios Oscar a lo largo de 50 años de carrera en Paramount y Universal, en los que llevó a cabo una larga colaboración con Alfred Hitchcock. "La idea era que el público se olvidara de lo que llevaba. Pero hay un arte detrás de todo esto", explicó Lodwick.
Cuando hicieron "Los pájaros" recibió la consigna de usar sólo el verde o el azul para el escaso vestuario del personaje interpretado por Tippi Hedren. Optó por el primero que consideraba menos agresivo para hacer el sencillo vestido con chaqueta a tono que la actriz lleva casi toda la película.
La exposición, que presenta todos los modelos con maniquíes hechos a medida en diversas poses y con la imagen digital de la cabeza del actor, analiza también la evolución de la profesión a través de los radicales cambios que se han producido en el mundo del cine: del mudo al sonoro, del blanco y negro al color y, más recientemente, del celuloide al formato digital.
Y la conclusión es que desde el conjunto de pantalón ancho, chaqueta, bombín y bastón elegido en 1914 para caracterizar a Charlot en "The Tramp" (Charlot vagabundo), la labor del diseñador esencialmente no ha cambiado.
Con las imágenes generadas por ordenador, explica Lodwick, los diseñadores "siguen haciendo trajes para que lleven los actores, aunque cuando uno ve la película terminada son personajes creados por un animador".
Conseguir reunir todas las piezas de la exposición, prestadas por más de 60 instituciones o particulares, ha sido una "caza del tesoro" que ha durado cinco años.
Y el mayor botín son los "Zapatos Ruby" creados en 1939 por uno de los grandes diseñadores de vestuario de la Era Dorada, Adrian, para la protagonista de "El mago de Oz".
"Eran plateados en el libro, y el guionista los cambió porque creía que el rojo quedaría mejor en tecnicolor sobre una carretera amarilla. Y con ese golpe, se han convertido en parte de la mitología moderna", dijo Lodwick.
Aunque la exposición estará abierta hasta el 27 de enero, los zapatos sólo se quedarán cuatro semanas antes de regresar al Museo Smithsonian de Washington.
FUENTE: http://observadorglobal.com
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