El mago de Oz, dirigida por Victor Fleming en 1939, es el viaje fantástico de una jovencita de Kansas y su perrito hacia un mundo mágico plagado de personajes inverosímiles, cuya intervención en el reino de Oz será definitiva para librarlo del acoso de las brujas que lo atemorizan. «Una deliciosa y maravillosa obra que hizo que los ojos de los jóvenes brillaran y trajo un silencioso brillo de diversión a los más sabios de los viejecitos», dijo The New York Times. La producción, de la que se estrenó una precuela en 2013 (Oz, un mundo de fantasía), ganó dos premios Oscar.
Dirigida por David Hand en 1942, de Bambi se dijo que tenía «colores que sorprenderán incluso al propio espectro, donde los artesanos de dibujos animados de Disney han recreado un bosque que centellea y brilla y se oscurece por completo por arte de magia» (The New York Times). Es la película clásica de Disney por excelencia, sin menospreciar otros clásicos como El libro de la selva o Blancanieves. Una historia sobre un tierno cervatillo que pierde a su madre con todo un mundo por descubrir.
Mary Poppins |
Mary Poppins, de Robert Stevenson, es la mágica cuidadora interpretada por Julie Andrews, que incluye de forma innovadora fotogramas reales con otros animados. Es otro de los clásicos infantiles imprescindibles para recuperar esta Navidad, que tiene además el marchamo de los cinco Oscar que se llevó, de nuevo con la marca de Disney.
Fuente: ABC
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