Este western de Fred Zinnemann va más allá del argumento. El guionista Carl Foreman afirmó en una carta que esta película era una metáfora de la «agresión que sufría occidente», y un guiño a las Naciones Unidas.
La producción de «Solo ante el peligro» se topó con la segunda oleada anticomunista de los Estados Unidos –la «Red Scare»– y con la guerra de Corea. Ambos hechos salpicaron al equipo. Cuando el guionista y productor, Carl Foreman, estaba escribiendo la historia, el Comité Parlamentario sobre Actividades Antiamericanas le citó para interrogarlo. Cuando Foreman fue a declarar, se sintió solo; aún así, no les proporcionó ningún nombre. Foreman consideró que la película que estaba realizando en ese momento iba a ser una alegoría de la Caza de Brujas. El guionista se marchó de los EE.UU. a Inglaterra, incluso antes de que su obra se proyectase en las salas de cine.
Zinneman utiliza como recurso en la grabación «el tiempo real»; la trama se narra al mismo tiempo que se produce en la ficción. La película fue muy criticada –tanto por el público como por directores y actores– por no tener los ingredientes «esenciales» del western: la violencia y la acción. Tan sólo en los últimos minutos de la película pueden escucharse tiros.
El actor John Wayne («El hombre tranquilo») criticó la obra de Zinneman porque consideró que era «lo más antiamericano que había visto en su vida». Por otro lado, el director Howard Hawks hizo «Río Bravo» (1959) con John Wayne como protagonista, como respuesta a «Solo ante el peligro», ya que, para Hawks, un buen sheriff (Gary Cooper) nunca pediría ayuda.
«Solo ante el peligro» fue el segundo papel que hizo la actriz Grace Kelly. El rodaje entre las dos mujeres que aparecen en la obra de Zinneman no fue nada fácil. Grace Kelly no soportaba la mirada de la actriz mexicana Katy Jurado, porque la hacía tartamudear. Tan nerviosa la ponía que las intervenciones de ambas las tuvieron que rodar de forma separada.
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