Elizaberth Taylor |
Elizabeth Taylor nació hace 80 años en Hampstead (Londres). Una de las últimas musas de la edad de oro de Hollywood, no llegó a festejar su 80 cumpleaños. En 2011 se nos fue para siempre la diosa de los ojos violetas; sin embargo, la industria y el mundo recuerdan su legado y su particular forma de vivir.
En Londres vivió hasta que a los siete años sus padres, de origen estadounidense, decidieron instalarse en California (EE.UU.) ante el inminente inicio de la II Guerra Mundial. Su vocación de actriz le vino por parte materna. Su madre había sido actriz teatral, mientras que de su padre heredó su amor por las obras de arte.
Taylor atesoró durante su vida una gran colección de suntuosas joyas entre las que destacan un diamante de 33,19 quilates que perteneció a la mujer de un colaborador de los nazis y otro que fue propiedad de la esposa favorita del emperador indio Shah-Jahan, en cuya memoria mandó erigir el célebre Taj Mahal.
Dio sus primeros pasos en el cine con 10 años, en el filme “There’s One Born Every Minute” (1942), que fue seguido por “Lassie Come Home” (1943) y dos películas más antes de saltar al estrellato con “National Velvet” (1944), un pedestal del que ya no se bajaría.
Después llegaría “Little Women” (1949) y ya en los 50, títulos como “Giant”(1956), en el que compartió cartel con Rock Hudson y el mítico James Dean, “Raintree County” (1957) con su amigo Montgomery Clift o “Cat on a Hot Tin Roof” (1958) junto a Paul Newman. Los dos últimos filmes le valieron sus primeras nominaciones a los Oscar.
La tercera llegó con “Suddenly, Last Summer”(1959), un año antes de que diese inicio su década de gloria en la que se coronó como la reina de Hollywood, gracias en parte a películas como “Cleopatra” en la que llegó a cobrar un millón de dólares, el mayor sueldo de la historia por entonces.
En los 60 recibió dos estatuillas, se casó con Richard Burton por primera vez -fue su matrimonio más duradero (12 años)- y estrenó 14 películas como “The Taming of the Shrew” (1967), antes de que su luz comenzase a apagarse en el firmamento del cine.
Taylor |
Los amores de la reina del ‘star system’ son más que conocidos. La bellísima actriz, quien además tuvo 4 hijos, se casó 8 veces con 7 maridos diferentes. Muchas veces, sus historias románticas estuvieron teñidas por escándalos. El gran amor de su vida fue, según ella misma Richard Burton, con quien se casó 2 veces. La última vez que dio el sí fue en 1991. En esa oportunidad contranjo nupcias con Larry Fortensky, un obrero de construcción 20 años menor que ella.
Temperamental, apasionada carismática y rebelde. Así era esta diva de oro, uno de los principales rostros favoritos de la industria. No obstante, la vida de Taylor no solo estuvo marcada por el glamour, el lujo y el éxito. Sus 79 años estuvieron signados por el exceso.
Se casó 8 veces, coleccionó cientos de joyas, se ganó la fama de diva en los sets y batalló contra sus adicciones por años. Pero también brilló como ninguna.
La más recordada Cleopatra ganó 2 premios Óscar gracias a sus papeles en “Butterfield 8” (1960) y “¿Who’s Afraid of Virginia Woolf?” (1966). Además, en 1993 se llevó una estatuilla honorífica por su labores humanitarias, que comprendían principalmente la lucha contra el sida.
Conocida por su diminutivo, “Liz” fue considerada una de las mujeres más bellas de su tiempo y de sus famosos ojos “violeta” su marido Burton llegó a decir que eran “tan sexy que equivalían a pornografía”.
A partir de los 70 comenzó poco a poco su declive, forzado en gran medida por sus serios problemas de salud, una cruz que arrastró durante toda su carrera, si bien su última película fue en 1994, “The Flintstones”.
Elizabeth Taylor, que fue nombrada Dama del Imperio Británico por la Reina de Inglaterra en 2000, pasó por el quirófano al menos en treinta ocasiones y no por razones estéticas.
Elizabeth en los últimos años de su vida |
Dolencias en la espalda, cuello, piernas, diversas fracturas, dos sustituciones de cadera, un tumor cerebral benigno o un tratamiento contra el cáncer de piel fueron algunos de sus padecimientos.
La actriz, que también se sometió a una cura de desintoxicación de alcohol y pastillas, reconoció que se vio al borde de la muerte en varias ocasiones, especialmente por neumonía o por una arritmia cardíaca.
Sus últimos años redujo mucho sus apariciones en público, que siempre hacía en su silla de ruedas debido a una osteoporosis, pero mantuvo su actividad como líder de campañas contra el sida, una enfermedad que se llevó a algunas de sus amistades.
Finalmente una de las últimas divas de Hollywood que nos quedaban se fue un 23 de marzo de 2011 tras sufrir un fallo cardíaco
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