Con media melena castaña y dispuesta a conquistar el mundo, a cumplir sus sueños, rebosante de vida, de juventud, de ilusiones. Resulta difícil imaginar que en el fondo de esa mirada cándida y morena, de esa sonrisa fresca e inocente, de esa energía desbordante y contagiosa puedan subyacer las huellas indelebles de una infancia tan cruel. «Siempre fui una niña adoptada», diría años después, con el dolor incrustado en las entrañas de quien sufrió abusos sexuales y convivió con personas inestables y desalmadas.
Norma Jeane tenía 19 años cuando le tomaron esas fotografías que, poco después, serían su carta de presentación en Hollywood. Todavía no se llamaba Marilyn Monroe. Pero por ser ella, el mayor símbolo erótico de la historia del cine, la estrella más vulnerable y admirada de todos los tiempos, las imágenes tienen un alto precio para mitómanos y coleccionistas. Esta semana la casa Julien's Auctions las saca a subasta en Los Ángeles. El hombre ante el que posó, Joseph Jasgur, otra vida atormentada, no podrá pagar sus deudas con el dinero que se recaude, lo harán por él. Murió hace año y medio en marzo de 2009, dos días antes de cumplir los 90, en un hogar de ancianos en la ciudad de Orlando.
Jasgur sufrió lo indecible por esas fotos que vendió e intentó recuperar sus derechos legales sin éxito, así como otros cientos de imágenes que disparó en la época dorada de Hollywood, entre 1940 y 1950. Lauren Bacall, Humphrey Bogart, Betty Grable, Ronald Reagan o Jane Russell no escaparon a su objetivo. Pero fue Norma Jeane Dougherty, apellido de su primer marido, la que le cautivó. Jasgur contó que, cuando Norma llegó a su estudio no tenía dinero, pero quería ser modelo a toda costa. Ya se había dejado retratar por algunos fotógrafos del Ejército. Corría 1946 y había terminado la Segunda Guerra Mundial, en la que había luchado su marido, Jimmy, y del que se divorciaría en junio de ese mismo año. A Jasgur, que entonces contaba 26 abriles, le enterneció su historia y le sedujeron sus potencialidades. Así que se la llevó a un callejón y lanzó varios disparos. Durante un mes se multiplicaron y fotografió a Norma en las colinas de Hollywood, en las playas de Malibú, en su estudio, frente a los rascacielos de Nueva York, de mil formas y maneras y con poses tremendamente divertidas. En una entrevista realizada al fotógrafo tres años antes de morir, aseguraba que Norma era una chica «sencilla y corriente con solo dos juegos de ropa, el que llevaba puesto y otro que tenía en una lavandería».
Ahora su trabajo más reconocido, hecho por encargo de la agencia Blue Book Modeling, donde conoció a Norma, se expone al mejor postor: fotos, negativos y derechos de autor serán vendidos entre el 1 y 2 de diciembre. Una subasta insólita, admite Darren Julien, presidente y director ejecutivo de Julien's Auctions, debido a que el propietario de los derechos podrá distribuir y vender unas imágenes «que son, probablemente, las más importantes de Marilyn que están disponibles y que, además, son las primeras del comienzo de su carrera. Es raro tener fotos como esas de las que se vendan los derechos». De ahí, la dificultad de calcular su valor.
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Algunos fans de la estrella que cantó el 'cumpleaños feliz' al presidente de los Estados Unidos JFK habrán visto las fotografías que fueron publicadas en 1991 en el libro ilustrado 'El nacimiento de Marilyn. Las fotos perdidas de Norma Jeane'.
El lote de la muestra 'Iconos e ídolos: Hollywood' incluye, además de las fotografías que aparecen en estas páginas y otras más, también la que se considera la predilecta de la actriz, tomada por Cecil Beaton en 1956, después del rodaje de 'Bus Stop', del director Joshua Logan. Podría alcanzar los 74.000 euros. El propio cineasta entregó a Marilyn un tríptico con esa imagen y una carta en la que revelaba su amistad con Monroe. La instantánea, en la que aparece sobre una cama con un rosa roja sobre su pecho sujetada delicadamente por sus manos, decoró su dormitorio hasta el momento de su muerte, aquel fatídico 5 de agosto de 1962. La actriz más deseada y aclamada internacionalmente desapareció, supuestamente por exceso de barbitúricos. Tenía 36 años.
Entre los objetos se encuentran dos cartas, una enviada a su madre, Grace Goddard, en la que le cuenta sus primeras experiencias como modelo, su matrimonio con Jimmie Dougherty y sus esperanzas sobre su profesión, y la segunda dirigida a su hermanastra en 1945, en la que expresaba su deseo de ser modelo y actriz y que contaba con el apoyo de su marido. El valor de la primera podría alcanzar 37.000 euros.
En conjunto, hay quienes hablan de que por esas docenas de fotos algunos podrían pagar hasta un millón de dólares. Y no es extraño, teniendo en cuenta que los recuerdos de la bella dama rubia se cotizan a precios desorbitados. Como ese vestido blanco que lució en 'La tentación vive arriba' y por el que el pasado mes de junio pagaron 3,2 millones de euros.
Las imágenes de Marilyn son las que mayor expectación han suscitado en una subasta que exhibe artículos y objetos personales de Greta Garbo, John Wayne, Elizabeth Taylor, Steve McQueen, Rodolfo Valentino, Julie Andrews, Marlon Brando o Bruce Lee. Y otra 'joyita': la pistola de Sean Connery en la película 'Nunca digas nunca jamás'.
«Sirena de fantasía, inocente como un sonámbulo», según palabras de su otro fotógrafo Cecil Beaton, la frágil, culta y sensual Marilyn vuelve a resplandecer.
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